¿Te has dado cuenta alguna vez de un «clic» cuando te agachas o tienes un dolor sordo en la parte anterior de la rodilla al haber estado sentado durante mucho tiempo?, Si eres corredor, ciclista o simplemente una persona activa incluso a nivel de calle, es posible que tu cuerpo te esté lanzando una sencilla señal de que algo no va bien.
Este dolor conocido popularmente como «rodilla del corredor» es una de las consultas que reciben nuestro servicio de traumatología médica con frecuencia. Su nombre médico es condromalacia rotuliana y aunque su nombre médico pueda parecer grande, la comprensión de esta patología constituye el primer paso para lograr el bienestar perdido.
A continuación, te explicamos por qué ocurre, qué nos quiere decir ese ruido articular, y lo más importante: cuál es la actividad que deberías modificar para proteger tus rodillas.
¿Qué es exactamente la condromalacia rotuliana?
La condromalacia rotuliana es el reblandecimiento y la degeneración del cartílago articular que se encuentra en la cara posterior de la rótula. Precisamente la función de este cartílago es la de un amortiguador natural que sirve para que la rótula se deslice suavemente sobre el fémur.
Cuando este cartílago se ha desgastado hay más fricción entre los huesos y esto crea inflamación y dolor. Aunque podría tratarse de un traumatismo o de un golpe directo a nivel de la rodilla, el origen más común suele ser mecánico: mala alineación, debilidad de los músculos o bien ya al exceso de la práctica del deporte.
Síntomas clave: ¿Cómo sé si la tengo?
El síntoma más evidente es la sensación de que la rodilla cruje o roza internamente al moverla. Sin embargo, hay otras señales claras que valoramos en consulta:
- Dolor rodilla al subir escaleras: Es el síntoma estrella. Bajar escaleras suele ser aún más molesto debido a la presión que ejerce el fémur sobre la rótula.
- Rigidez tras inactividad: Sientes dolor después de estar mucho tiempo sentado con las rodillas dobladas (oficina, cine, coche).
- Hinchazón: En ocasiones, la rodilla puede verse ligeramente inflamada tras el ejercicio.
Los 4 grados de la lesión
Para determinar el enfoque terapéutico, clasificamos la condromalacia rotuliana grados del 1 al 4, según el deterioro:
- Grado I: Reblandecimiento del cartílago y edema. Es la fase más sencilla de tratar.
- Grado II: Pequeñas fisuras superficiales en el tejido.
- Grado III: Las fisuras llegan a capas profundas del cartílago.
- Grado IV: Pérdida del cartílago y exposición del hueso (artrosis).
Deportes prohibidos y recomendados con condromalacia
Muchos pacientes nos preguntan: «¿Tengo que dejar de hacer deporte?». No necesariamente, pero debes adaptar tu actividad.
Deportes prohibidos condromalacia (o a evitar)
Debes tener precaución con actividades de alto impacto o flexión profunda bajo carga:
- Running en asfalto o con desnivel: Correr cuesta abajo es agresivo para esta lesión.
- Sentadillas profundas: Aumentan drásticamente la presión en la articulación.
- Deportes de salto e impacto: Como el baloncesto o el voleibol.
Deportes recomendados
El objetivo es fortalecer sin dañar:
- Natación: Evitando el estilo braza si hay molestia.
- Ciclismo: Con el sillín ajustado alto para evitar flexión excesiva.
- Elíptica: Elimina el impacto contra el suelo.
Tratamiento y valoración en Illescas
La mayoría de los casos de condromalacia rotuliana responden bien a un tratamiento conservador si se detectan a tiempo.
En Centro Adiós Varices, ofrecemos un servicio de atención en traumatología en Illescas basado en la honestidad y la experiencia. Aunque nuestro responsable médico no ostenta el título oficial de especialista, cuenta con más de 22 años de experiencia profesional en traumatología médica, habiendo trabajado en urgencias traumatológicas de hospitales de Madrid y mutuas laborales.
Nuestro enfoque para tu rodilla incluye:
- Valoración diagnóstica: Evaluamos si se trata de una lesión deportiva, laboral o degenerativa.
- Tratamiento médico conservador: Pautas para aliviar el dolor y recuperar la funcionalidad de forma segura.
- Honestidad profesional: Tratamos lesiones musculoesqueléticas con total eficacia. Sin embargo, en casos complejos que requieran cirugía o recursos hospitalarios específicos (como un Grado IV avanzado), derivamos al paciente a especialistas hospitalarios, respetando siempre los límites éticos para garantizar tu mejor recuperación.
Si buscas una atención cercana, con base científica y accesible para tratar tu dolor de rodilla, estamos aquí para ayudarte.